25 de agosto de 2012

Circularidad

Casi hasta puedo escucharme tamborileando los dedos sobre el sillón escuchando M. Davis y leyendo, vos también lees, aunque te morís por pedirme que apague la música así podemos ver un DVD de edición especial que encontraste (con esas suertes tuyas y encima a muy bajo precio) de un recital que tenías que tener. Pero me ves ahí, tan en paz.
Simplemente te sentás al lado mío y sin que te des cuenta dejo el libro, pensando en todo esto, para acurrucarme mientras ponés el DVD.

Hasta con los bichos...

A.- ¿Esto es una cucaracha?
S. - Sí, de Colombia.
A. - Pero...
S. - Sí, ya sé que es un asco.
A. - No es eso... digo, además de eso... si no que se parece mucho a una que encontré andando por mi...
S. - Sí... bueno... pero acá dice que viene de Colombia, supongo que hay que justificar los 45 mangos que me cuesta la inclusión...
A. - Ah. Bueno, pero si querés te busco una y te hacés una inclusión vos.
S. -No, gracias... ya tengo una de Colombia.

9 de agosto de 2012

Día del niño


Hasta ahora no conocí persona que me dijera que no le llamaban la atención los dinosaurios ni siquiera un poquito. Si tenemos en cuenta el mercado, tenemos dinosaurios para tirar para arriba, unos que caminan y rugen, otros que se pueden meter en el agua, unos chiquitos para la colección propia (debo decir que tengo muchos de esos), dinosaurios en piezas para armar, modelos de huesos de dinosaurios, rompecabezas y puedo seguir. Debo admitir que esto fue lo que me llevó a elegir mi carrera, por supuesto que con el tiempo comenzaron a pasar a segundo plano, pero en el fondo siempre les tengo mucho amor (tanto como para tener unos modelitos coleccionables frente a mi cama) y esto no sólo me abrió los ojos sino que también lo hizo a los más chicos:

(Para los que les interese, acá hay un video con subtítulos)

5 de agosto de 2012

Chip Kidd, Designing Books...



Simplemente no lo conseguí con subs en español, pero se puede ver con subtítulos acá.

4 de agosto de 2012

Sunfish

Casi como salido de una leyenda, estaba ahí, tomando sol.
Yo me acerqué con el bote, muy lentamente.
Estaba tan cerca.
Había escuchado que si lograba encontrar el lugar exacto dónde le gusta ser rascado, se iba a quedar a nadar conmigo.
No podía dejar de mirarlo, hasta me pareció que tenía un perfil casi humano.
Me miró y lentamente empezó moverse, despacio, pero muy torpe.
Sentí que debía tocarlo y mientras movía su aleta dorsal, estiré mi mano. Pero se alejó todavía más y desapareció torpemente bajo las aguas transparentes.