4 de agosto de 2012

Sunfish

Casi como salido de una leyenda, estaba ahí, tomando sol.
Yo me acerqué con el bote, muy lentamente.
Estaba tan cerca.
Había escuchado que si lograba encontrar el lugar exacto dónde le gusta ser rascado, se iba a quedar a nadar conmigo.
No podía dejar de mirarlo, hasta me pareció que tenía un perfil casi humano.
Me miró y lentamente empezó moverse, despacio, pero muy torpe.
Sentí que debía tocarlo y mientras movía su aleta dorsal, estiré mi mano. Pero se alejó todavía más y desapareció torpemente bajo las aguas transparentes.

3 comentarios :

  1. Perdón, pero por un momento pensé que te iba a arrancar la mano de un tarascón. Y bue...

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  2. Si buscás que es un sunfish te va a cambiar la idea jaja. Beso!

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  3. Se fue, si, a navegar en su propio mar...

    Saludos

    J.

    Pd: ¿Un yate le vela ligera?

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