4 de enero de 2013

Individualidad ingenua

-¿No sentís el olor?
- No.
-Es medio dulzón.
- ¿Dónde?
- Acá.
- Y bueno, debe ser de afuera, cerrá la ventana.
- Es como a podrido pero no tan fuerte.
- Y cerrá la ventana te digo.
- No, pero...
- Me había olvidado de contarte, para mí que nos están espantando.
- ¿Qué?
-Sí, hace un par de noches sentí un ruido en el techo que me despertó, pensé que era un ladrón o algo, pero no pasó nada. Y anoche lo volví a sentir, nada más que como un quejido, una cosa así, se golpeó la chapa dos veces. Justo da la casualidad que vos tenías guardia.
- ¿No fuiste a ver?
- ¿Para que me espanten? No gracias. Cerrá la ventana te digo, ya me llegó el olor.