2 de marzo de 2013

Hijos del divorcio

Se iba a cumplir el tercer ciclo a una semana.
Hacía un mes veníamos considerando la posibilidad implícita e individual de abandonarlo, ya que la ley lo permitía.
La realidad es que mi mujer y yo ya no nos llevábamos muy bien.
Los estudios demostraron que cada 5 años (promedio) una pareja debería reinventarse, abocarse a renovar su amor o abandonarlo por completo.
La ley así se hizo, para evitar la creciente y crítica cantidad de procesos de divorcio.
Si una pareja debe separarse antes del ciclo debe pagar una suma de dinero acorde a la cantidad de años que estuvieran juntos, a no ser el caso de poder demostrar abuso o infidelidad, motivo para el cual debe ir a juicio posterior.
Nosotros no teníamos hijos, pero había otras parejas amigas que sí. Ante esa situación se torna engorroso, ya que aunque la pareja se separara en tiempo y forma, debe, de igual manera, pagar un monto acorde a la cantidad de hijos que tuviera, que van destinados a un fondo propiedad individual de cada niño e incorruptible hasta su mayoría de edad, orfandad, abandono,entre otros, además un impuesto destinado al gobierno y mantenimiento de dicho fondo.
Los niños son instruidos y contenidos en el colegio en el caso de que sus padres cumplieran su ciclo. Llegado el caso, ninguna pareja con hijos podría volver a reunirse sin antes pasar una pesquisa de las causas de cumplimiento de ciclo, evaluación psiquiátrica para padres y una psicológica para los niños a su vez.
En fin... vamos a lo que nos atañía a nosotros, ya que todas esas no eran nuestras circunstancias. Nosotros estábamos atados simplemente al libre azar de nuestro cariño.
A una semana de nuestro cumplimiento de ciclo decidimos, callados, que quizá era hora de dejarnos ir.
Las peleas se tornaban feroces, la indignación por lo trivial era común y la convivencia llanamente insoportable.
La semana pasó y aunque seguíamos conviviendo no renovamos nuestro contrato, mucho menos nuestros votos y/o tercera fiesta.
Llegaron avisos cordiales, recordándonos nuestro cumplimiento de ciclo e invitándonos a renovar nuestra unión civil, que teníamos una semanita más para poder ir hasta el registro y firmar.
Uno lo mandaron a casa, el cual, luego de leer atentamente dejé que se traspapelara; otro a mi dirección de correo y supongo que otro al suyo.
A las dos semanas de aquello, Paula venía poco a casa, a veces no venía a dormir o simplemente llegaba y se iba otra vez.
Ambos sabíamos lo que pasaba, simplemente fue una situación tácita.
Una tarde volví de jugar al fútbol, un domingo, me lavé la cara en la bacha de la cocina y sobre la heladera no había más que un papel con un beso impreso.

4 de enero de 2013

Individualidad ingenua

-¿No sentís el olor?
- No.
-Es medio dulzón.
- ¿Dónde?
- Acá.
- Y bueno, debe ser de afuera, cerrá la ventana.
- Es como a podrido pero no tan fuerte.
- Y cerrá la ventana te digo.
- No, pero...
- Me había olvidado de contarte, para mí que nos están espantando.
- ¿Qué?
-Sí, hace un par de noches sentí un ruido en el techo que me despertó, pensé que era un ladrón o algo, pero no pasó nada. Y anoche lo volví a sentir, nada más que como un quejido, una cosa así, se golpeó la chapa dos veces. Justo da la casualidad que vos tenías guardia.
- ¿No fuiste a ver?
- ¿Para que me espanten? No gracias. Cerrá la ventana te digo, ya me llegó el olor.

8 de octubre de 2012

En la plaza

Contexto: La plaza, desde hace una hora me divido entre verla a una hermana y a la otra que juegan en puntas distintas.
Iara: No, pero vos tenés que decirle a todas las chiquitas que pasen que te den un boleto.
Pasan las chicas.
Iara: Te digo que les tenés que pedir.
Sole: No, te cobro boleto a vos solamente.
Iara: ¡¿POR QUÉ?!
Sole: Ellas tienen abono.
Iara: Ah.
Me miró y subió de nuevo al tobogán, simulando darme un boleto.

6 de octubre de 2012

Conciencia social

Contexto: Visita a mis hermanas, en el living al mediodía, jugamos con los juguetes de Kinder y los papeles que vienen dentro del huevo.

Iara: Vamos a jugar que esto es plata y ustedes son poes.
Sole: ¿Qué somos?
Iara: Poes, gente de la calle, callejeros. Entonces, yo les doy plata.
Sole: ¿Para qué la vamos a usar?
Avril: Para comprarnos cosas, para comprar una casa la vamos a usar.
Iara: Sí, entonces yo les doy plata y ustedes compran una casa. Tomá vos y esto es para vos.
Avril: Gracias, es muy amable.
Iara: Recibí Sole, prestá atención, que no te doy más plata y no te vas a comprar nada.... Listo ya no tenés más plata y seguís poe, eso te pasa por no contestarme.

28 de septiembre de 2012

La princesa y su reinado

Y la pintora se sonríe de oreja a oreja al leer el mensaje y se aleja, dando saltitos, para continuar con su pieza maestra.
La artista está en su obra, concentración sólo interrumpida por su apostolado de ayudar a su familia necesitada.

De Dany

22 de septiembre de 2012

El caballo blanco de San Martín

Contexto: Mis vecinas son: Una madre viuda y tres hijas, una ya casada (hace medio año), la otra se casa esta noche y la tercera vive en la casa materna, ésta última y la madre se preparan para ir a la fiesta:

Hija: Má, ¿podrías cargar los dos juegos de sandalias?
Madre: ¿Cuáles? ¿Las chatitas?
H: No te importa qué sean, te pregunto si podés o no.
M: Es que no te entiendo.
H: ¿Podés cargar las chatitas?
M: ¡Ah! Sí.