13 de febrero de 2011

Intitulado: nº 5

-Leeme.
-¿A estas horas?... ¿Qué querés que te lea?- le contesté con los ojos cerrados.
- Y no se, lo que quieras leerme.
Me di vuelta en la cama, pero nunca hice el más mínimo intento de leerle algo.
Entre balbuceos dije que no tenía ganas o que no sabía qué leerle.
Ay, si me lo hubiera pedido antes, quizás el sueño no me vencía.
Resignado, entendió que no iba a moverme, me abrazó y más tarde, como si fuera un nene, se levantó de la cama.
- ¿Adonde fuiste?- le pregunté.
- Estaba leyendo.

Gracias por esos pequeños destellos de magia.

5 comentarios :

  1. Virtud tiene nombre de magia comprensiva.
    Un abrazo Sole,
    Alejo

    P.D
    En forma un tanto pragmática, hago alusión al post anterior, que me gustó bastante: Esperemos que la "lobotomía" no alcance nunca a este lector.

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  2. Deseos nocturnos...

    Necesidades diurnas...

    Saludos

    J.

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  3. Es imposible dejar de lado la subjetividad...

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  4. de los nuevos días.
    de las nuevas noches.

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  5. Si tan sólo fuéramos reales...

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