En la carta también había un par de recriminaciones y amenazas, además de unos pocos mimos.
Se reclinó en la silla. Se miró de reojo en el espejo, desnuda, no había encontrado otra forma de escribirle cartas.
Se miró el ceño fruncido, la boca apretada.
Pensó que firmar sólo con su nombre era suficiente.
Abrió el sobre.
Él nunca le contestaba. Ella siempre se lo recriminaba.
Una vez más sospechaba que había otra, que debía haber otra, razón por la que nunca contestaba.
No firmó con dedicatoria.
Por primera vez pensó que había otro.
En su respuesta hubo recriminaciones, además de muchos mimos.
¿Las mujeres siempre se desnudan para escribir cartas? Interesante descubrimiento...
ResponderEliminarAdemás, siempre hay otro/a, aunque se encarguen de negarlo. O no.
Saludos
J.
Incluso cuando no lo niegan.
ResponderEliminarJ.
No generalicemos, ni todas las mujeres ni a todos los hombres. No es cuestión.
ResponderEliminarPucha, también me entró curiosidad y en una miniencuesta saqué dos conclusiones, teniendo en cuenta los más importantes lugares donde el estado de desnudez de las Ellas se hace presente:
ResponderEliminar1- Se pone bravo escribir en pelotas bajo la ducha, principalmente por el agua que jode la tinta;
2- Se pone denso escribir en pelotas bajo/sobre/a un lado de las sábanas; se corre bastante la letra.
(Cabe aclarar: si se escribe en notebook, netbook o máquina de escribir, además de cierta incomodidad y perjuicio del agua sobre el equipo, se complica acertar sobre las teclas deseadas).
Qué se yo, por ahí suma esta investigación.
Si, bajo la ducha es jodido.
EliminarY lo de las sábanas, es cuestión de práctica.