Es un como si, pero que no llega a ser.
En la incertidumbre de las medias tintas, es que peno la (quizá) involuntaria soledad.
Y por los ojos, achinados por el sueño, la desolación se filtra, la sombra se agranda.
Aturden el ventilador, la gotera, los grillos, el pulso.
Los ojos se cierran, reticentes, y es como si... pero no llega a ser.
Nada peor que escuchar el propio pulso retumbando en los oídos y no poder hacer nada, nada, para evitarlo. Y la soledad... Imposible de describir ya...
ResponderEliminarSaludos
J.
Ínfimos sonidos que hacen eco en la cavernosa soledad (¿de nuestro cerebro?).
ResponderEliminarA silbar hacia un norte, tomando un tranco aunque suave, parejo.