Los cañaverales y las cigarras.
Los cantares de los jilgueros.
Los cueros curtidos y la gula del sol.
Los perros flacos.
Los barrancos de las arrugas y las manos ajadas.
Los moscardones tornasol.
Los pastizales amarillos y las sendas.
Los ojos renegridos.
Los pelos voluptuosos y las sonrisas escondidas.
Lo que fue, y nunca dejará de ser...
ResponderEliminarReminiscencias de viejas lecturas...
Saludos
J.
Palabras con sabor a infancia; encuentro niñez por esos caminos estivales.
ResponderEliminarHermosa pintura.
Gracias por pasar por mi arboleda.
La gula de Sol... Tiempos encajonados y polvorientos en el desván cerebral.
ResponderEliminarUn abrazo Sole, un placer este regreso.