Se le cerraban los ojos pero no quería admitirlo.
Pensaba en la almohada.
En las sábanas limpias.
Frotarse los pies bajo las sábanas.
Agarrar el libro y hojearlo hasta que las letras se tornen borrosas.
Los mares de letras.
El ruido del libro contra el piso.
Corrió.
Abrió la puerta.
Se desvistió.
Las sábanas.
La almohada.
La sopa de letras.
La existencia desparramada.
existencia desparramada en otoño.
ResponderEliminar(una vez más, los colores deberían ser más suaves)
Quiero la foto esa que me decías.
ResponderEliminarcopado, quiero un hemisferio de tu cerebro un día.
ResponderEliminarsé que suena creepy xD
Che muy bueno: la existencia desparramada, el propio ser, el ser propio.
ResponderEliminarMuy bueno, me hizo pensar en lo suave de las sábanas (tal vez no recién lavadas porque son como duras) de una almohada.
Buena imagen logró en el texto, la foto no la pude ver el navegador no me la quiso mostrar.
abrazos totales
Me hiciste sentirlo, un escalofrío por la columna, muy loco.
ResponderEliminarLindo Sole, definitivamente soy tu fan.
Un abrazo
Guille
Jared: Si, lo suena. Si hacemos intercambio me copo.
ResponderEliminarGuantes de Lana: La imagen es random, igual. Pero en lo que a mi respecta, me gustan las sábanas un poquito duras.
Guille: Wow, que fantástico haber logrado eso en vos, me alegra saber que logro algo con lo que escribo.
Muchísimas gracias a todos y abrazos gigantes.
Los deseos que no se cumplen no merecen la pena ser deseados.
ResponderEliminarSuerte
J.
Sole, qué hermoso encontrarte y conocerte así! Gracias por este hermoso regalo! me emocioné hasta las lágrimas...
ResponderEliminarSeguí regalando al mundo tu alma!
Karina Crespo
José: No puedo estar más de acuerdo. Muchos éxitos, un abrazo.
ResponderEliminarKarina: Muchísimas gracias por eso que me decís, dan ganas de seguir escribiendo con ese comentario. Te mando un abrazo grandísimo.