Y me sentí cayendo en colchones de plumas, en un desvanecer de vidas y placeres.
Sucumbí ante el grisáceo sabor de los chocolates y en un jazz de despedida.
Ésa también es mi pregunta: ¿Hacia dónde va?
Pero hoy que la ausencia me despeinó goces y la despedida me torció el humor, muchacho, no tengo intenciones ni de pensar en contestarla.
Siento que te fallo, pero yo te lo advertí.
La subjetividad de la respuesta es avasalladora, ¿pero qué importa? Perdido va a seguir estando.
Siempre se transforma, o va cambiando, siempre...nada se extingue a mi modo de ver las cosas...
ResponderEliminar¿Cómo puede estar en el infierno si la llevo en mi corazón? Las emociones nos traen de regreso eso que aunque no volverá sigue con nosotros...
ResponderEliminarsi lo supieras, dejaría de estar perdido.
ResponderEliminarentonce deberías perderlo nuevamente para poder revivir este texto y sentir el vacío y la liviandad nuevamente.
a tochi le faltó una "s" por ahí.
ResponderEliminarparece que la perdió ¿dónde estará?
IVAN: Es cierto, nada se extingue, pero el perder no significa que deje de existir, sino que no podés encontrarlo o que está lejos. No necesariamente implica destrucción.
ResponderEliminarARIEL: Ay las emociones.
TOCHI: imagino quien sos, pero me sorprende que seas "Tochi", sobre todo por la tercera persona. Jaja espero que encuentres la "s".