19 de febrero de 2011

La pelirroja

Víctor tuvo dos novias.
Una en la secundaria, otra a comienzos de su facultad. Después se dedicó a las amantes, o mejor dicho, quiso.
Hoy, se levantaba al lado de una "pelirroja infernal", después de una noche de alcohol y excesos.
El hecho es que Víctor se sentía pleno, "casi hasta si podría pedirle matrimonio..."
Fue entonces cuando se despabiló.
"Antes que pelirroja yo diría que es un bordó ¿no?... y bueno, nadie tiene la nariz perfecta... mucho menos los ojos... aunque tampoco puedo pedir mucho de los labios..."
La mirada iba bajando, mientras la sujeta en cuestión dormía como comatosa.
Entonces, las justificaciones se acabaron.
Víctor miró para todos lados, buscando su jean y su camisa.
Se levantó y en un papelito que encontró por ahí, le escribió:
"Bueno, una linda noche. Te dejo la puerta del departamento abierta, yo vuelvo en un par de horas, el portero te deja salir."
Lo dejó en la almohada y salió.
Con las manos en los bolsillos, ya en la vereda: " La que lo parió, me meo".

2 comentarios :

  1. seguro cuando encontró un lugar apropiado se salpicó todo xD

    ResponderEliminar
  2. Mejor no pensarlo mucho, la vida es muy corta.

    Saludos

    J.

    ResponderEliminar