3 de octubre de 2010

La muerte y sus aromas

Hace poco más de una semana una persona muy cercana me contó que cuando uno siente un aroma a flores de la nada es porque una muerte inminente se aproxima.
El viernes, en una caminata nocturna, sentí un suave perfume a rosas. En ese mismo instante el comentario vino a mi mente, me sonreí un poco, pensando en la poca credibilidad de la afirmación.
Aún así, con gran asombro, después de buscar un poco a mi alrededor, no encontré ningún rosedal. Había mucho viento, asi que deduje que eran vapores que provenían de algún jardín de alguna casa, terminando sin mayores sorpesas la noche (exceptuando una mitad de un cd de Calamaro tirado por ahí, que si no fuera porque faltaba la mitad, estaba en bárbaras condiciones).
Esta mañana, mientras me cambiaba para ir a hacer una llamada, mi mamá me dijo con un poco de molestia (ya que no había podido dormir en la noche) que la madre de una vieja amiga suya se había muerto a la madrugada.
Y heme aquí escribiendo, un poco sorprendida.

1 comentario :

  1. Qué loco! Nunca creí mucho en esas cosas... pero supongo que es cuestión de percepciones, de saber sentir.

    ResponderEliminar