Me quedé debiendo algo.
Él me debe mucho más, sus faltas se hicieron más presentes en el momento en que acaricié su cabeza.
Si tan sólo hubiera podido dejar de hacerlo.
Quizás sería una proyección. Pero, sin faltar a la realidad, es porque tenía muy suave el pelo.
Seguramente no era lo que tenías pensado, pero también es seguro que voy a seguir escribiendo sobre vos con mayor detalle.
Una vez cada mil años se condonan todas las deudas.
ResponderEliminarUna vez cada mil años.
Una vez.
Una.
Solo una.
J.
Por otro lado: Muchísimas gracias por tus comentarios, siempre me levantan el ánimo y dicen que algo debo de estar escribiendo bien.
ResponderEliminarSaludos y Suerte
Mucha suerte
J.
Pucha, de onda jeje: entre tanta deuda.. ¡van a volar las facturas!
ResponderEliminarJosé: ¿Una vez cada mil años?. Mucho éxito y gracias para vos.
ResponderEliminarM.C: Y mirá, esto es más de palabra ¿vio?. Es más, ya ni de palabra debería ser. Un abrazo.